Muchas veces en la vida, llegamos a nuestros extremos, y muchas veces sentimos que ya no hay más y que ya no podemos seguir adelante, y dejamos de creer.
A veces nuestros sueños caen al suelo, como pedacitos de estrellas, que poco a poco se apagan, nuestro corazon llora en silencio, y cuando las lágrimas caen hielan todo el cuerpo, y el corazon de tanto amar se convierte en hielo, para no sufrir más, para ya no llorar, pero si miras al cielo, te darás cuenta, de que quedan millones de estrellas, y cada una es un sueño por cumplir y la fuerza en tu interior, te retira el hielo de tu corazon, sólo, nunca dejes de creer, porque el amor y tus sueños son la única puerta para la eternidad.
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